He tenido la oportunidad de estar presente en el preestreno de "La gran escapada", dirigida por Oliver Parker y protagonizada por Michael Caine y Glenda Jackson.
El más que merecido prestigio de los protagonistas anticipa lo que luego se confirma, interpretaciones magistrales que mueven al espectador a formar parte de la historia casi sin darse cuenta.
La sencillez se impone en las interpretaciones y en el desarrollo de la película demostrando, de nuevo, que menos es más, algo que se agradece en tiempos de grandes producciones que despliegan un sinfín de imágenes y sonidos perfectamente prescindibles haciendo de esas imágenes y esos sonidos el pilar fundamental en el que basar su éxito.
No diré mucho más, solo añadiré que no puede haber un final mas digno para las carreras de estos monstruos de la interpretación que formar parte de una obra maestra que conmueve y remueve hasta lo más profundo.
No solo recomendable, imprescindible.
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